Décadas
de inestabilidad política precedieron a la llegada de Porfirio Díaz a la
presidencia de México, su ascenso, comenzó con un levantamiento armado
fundamentado en el Plan de Tuxtepec. Como parte de la revolución de Tuxtepec,
se estableció el poder de los Cravioto en Hidalgo. Rafael, Simón y Francisco
gobernaron el Estado desde Noviembre de 1876 hasta Noviembre de 1897. Fue la
época en que llegaron el telégrafo, el teléfono y el ferrocarril a territorio
hidalguense; se introdujeron innovaciones tecnológicas en la minería; la
inversión extranjera acudió a este ramo, así como a otros de la economía. Por
su parte las haciendas pulqueras lograron un auge muy importante. La riqueza
creada, sin embargo, alcanzó sólo a la élite superior de la sociedad, mientras
la masa de campesinos sufría fuertes carencias e injusticias.
Los
centros urbanos de la entidad transformaron su fisonomía, especialmente
Pachuca, la capital. En las artes florecieron individualidades con una
proyección más allá de los límites estatales.
Fuente: Enciclopedia del Estado de Hidalgo